domingo, 30 de noviembre de 2014

Dietética China

“Cavamos nuestra propia tumba con los dientes”
             Este antiguo dicho chino refleja la importancia que en este país se le otorga a la alimentación. Podemos decir que la dietética, junto a la acupuntura, la farmacopea y el Tuina (masaje chino), constituye uno de los pilares de la Medicina Tradicional China.
            La dietética estudia cómo conseguir el equilibrio energético del organismo a través de la alimentación, para así preservar y nutrir la esencia (Jing), prevenir las enfermedades y tratar de curarlas. Como reza un proverbio chino: "El padre de la enfermedad pudo haber sido cualquiera, pero no cabe duda de que la madre fue la mala dieta". Por todo ello, Sun Si Miao, uno de los grandes médicos de la antigüedad dijo: “Hay que emplear la farmacopea sólo cuando la Dietética resulta insuficiente.”
            La Medicina Tradicional China clasifica los alimentos según diferentes criterios, entre los cuales podemos destacar los siguientes:
Según la energía intrínseca que cada alimento aporta al interior de la persona:
·         Calientes: tonifican, dan calor, ascienden y movilizan la energía.
·         Templados: tonifican y equilibran.
·         Fríos: dispersan el calor.
·         Frescos: refrescan, hidratan y calman la mente.

     Es conveniente aclarar que la naturaleza de los alimentos no se refiere a la temperatura física de los mismos, sino al efecto que producen en el organismo cuando los ingerimos.
Según los cinco elementos, es decir, según su sabor:
·  Madera - sabor ácido: aceitunas, vinagre, limón… Actúan sobre el hígado y la vesícula biliar.
·  Fuego - sabor amargo: cebolla, ajo, berenjenas… Se asocian al corazón y al intestino delgado.
·  Tierra - sabor dulce: frutas, ajo, mostaza, zanahoria… Tienen que ver con el bazo, el páncreas y el estómago.
·   Metal - sabor picante: pimienta, guindilla, tabasco,... Asociados al intestino grueso y al pulmón.
·   Agua - sabor salado: pescados salados, marisco, pimientos… Corresponden al riñón y a la vejiga.
     A grandes rasgos, el dulce tonifica y armoniza, el salado ablanda e interioriza, el amargo drena, el ácido astringe y el picante moviliza.
Según el tropismo
La nuez tiene una forma similar al cerebro
y es muy buena para el mismo.
            Cada alimento tiene “tropismos” hacia algún meridiano. ¿Y qué quiere decir esto? Pues que su acción se dirige a uno o varios órganos. Por ejemplo, la pera tiene mayor impacto sobre el pulmón; las espinacas sobre el hígado; la calabaza por el bazo; las castañas por el corazón y los azukis sobre el riñón.
           En definitiva, una dieta adecuada es fuente de salud y, además, un tratamiento eficaz para restaurar el equilibrio entre el yin y el yang del organismo cuando éste se ha visto alterado.  Cuando nos encontramos con un exceso de frío (yin) en el interior debemos comer alimentos de naturaleza neutra, tibia y caliente. Por el contrario, si hay un exceso de calor (yang) debemos dar prioridad a los alimentos frescos y fríos. Para entenderlo mejor, puedes ver el siguiente vídeo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario